jueves, 8 de noviembre de 2007

XXIII Consejo Nacional Extraordinario del SNTE

5,6 Y 7 de julio 2007, Tijuana, BC.

Los días 5,6 y 7 de julio de este año, se llevó a cabo el XXIII Consejo Nacional Extraordinario del snte en la Cd. De Tijuana, Baja California. Los acuerdos a que llegó este órgano de gobierno sindical tendrán una repercusión de suma importancia en la vida futura de nuestra organización.

“La defensa del Artículo Tercero Constitucional y de la educación pública, laica, gratuita, democrática y de calidad”, según se señala en el primero de los resolutivos podría suscribirse sin problema ¿No ha sido acaso uno de nuestros ejes fundamentales de lucha en los 18 años de vida del movimiento?, sin embargo,, los contenidos esenciales del Artículo Tercero deben ser reivindicados con hechos, sólo con palabras. La defensa del carácter público de la educación, entre otras cosas, se defienden exigiendo al gobierno un presupuesto público suficiente para garantizar el desarrollo integral de la educación, no basta con discursos.

Por lo menos en los últimos años, no hemos visto que la dirigencia nacional del SNTE despliegue una estrategia para alcanzar un mayor presupuesto educativo; veremos si para la aprobación del presupuesto para 2008 hay un cambio de conducta al respecto.

La transformación del Sistema Educativo Nacional (SEN) además de ser una necesidad imperiosa, sólo puede ser producto de la participación conciente de los trabajadores de la educación y de los demás actores involucrados en la materia. El SEN no puede transformarse en un solo acto, ni mucho menos excluyendo de su discusión a la mayoría de quienes hacen l educación día a día.

La transformación de la educación solo será posible con la participación de los maestros y de los demás trabajadores de la educación, como actores centrales; además debe ser concebida como un proceso vivo, no como un acto de justificación y legitimación de una cúpula dirigente.

Ciertamente, para la realización del IV Congreso Nacional de Educación, del SNTE, celebrado recientemente, las delegaciones sindicales contaron con ¡un día! Para la discusión de las propuestas que había que llevar al plano nacional; los seccionales, se supone, discutieron durante dos días el Congreso lo hizo durante cuatro, en sesiones plenarias y en mesas de trabajo, donde el gran ausente fue precisamente la reflexión profunda y seria de la problemática educativa y las alternativas que se deben plantear. Sin descalificar a la base, nos preguntamos ¿será posible que en un día hayan podido deliberar sobre las implicaciones que tiene la transformación del SEN? No es un asunto de capacidad, tiene que ver con una subcultura enraizada en el sindicato; tiene que ver con la poca importancia que se le da a la discusión al destinarle sólo un día y sin generar las condiciones para propiciar la reflexión de los trabajadores, además del alto grado de desconfianza que la base trabajadora tiene en sus dirigentes.

A lo anterior habría que sumar otro hecho. No se eligieron delegados para las reuniones regionales y seccionales, tampoco para el Congreso nacional. A los eventos seccionales y nacional, asistieron sólo los invitados de la dirigencia, excluyendo del legítimo derecho de participación a quienes se hacer cargo del quehacer educativo que son, quienes conocen la problemática real de la educación y de donde podrían venir las alternativas.

Por lo anterior es que, lo señalado en el segundo resolutivo del XXIII Consejo Nacional sobre la transformación del SEN, su articulación con al menos 15 años de educación pública gratuita, garantizar una educación de calidad y hacer una iniciativa de Ley de Gasto e Inversión para el SEN, carecen del sustento legítimo de las bases trabajadoras.

Reconocer que la reforma del ISSSTE es un medio para salvaguardar la viabilidad de la institución y la seguridad social de los trabajadores…” como menciona el tercero de los resolutivos del Consejo, no es más que el reconocimiento de que la dirección nacional del SNTE camina en sentido contrario a los intereses laborales del gremio al que dice representar. El amplio rechazo que tal reforma provocó en los trabajadores de la educación y en numerosos sectores de trabajadores al servicio del Estado, ha quedado de manifiesto en el conjunto de movilizaciones que se han realizado y se seguirán haciendo, además en los cientos de miles de demandas de amparo que se han interpuesto en contra de tales reformas. Por eso y porque la reforma del ISSSTE constituye un verdadero atropello a los derechos conquistados de los trabajadores y sus familias, es que señalamos que la dirigencia nacional del SNTE se coloca en contra de los intereses del gremio y a favor de los intereses del patrón-gobierno.

Por otro lado, refrendar la negociación salarial del 15 de mayo, como lo señala el cuarto resolutivo del Consejo, es refrendar un estilo de negociación que ya caducó, un ritual desgastado que hace recordar los mejores tiempos del corporativismo sindical, signo de un sindicalismo agotado. ¿Todavía no se darán cuenta en la dirección nacional que el incremento salarial prácticamente se decide con la aprobación del presupuesto educativo en la Cámara de Diputados? Y eso ocurre en diciembre de cada año, no en mayo. ¿Por qué razón la negociación salarial sigue realizándose ¡cinco meses después! De aprobado el monto presupuestal?

Se argumentará que con esta critica estamos en contra de la bilateralidad SNTE-SEP, y nosotros decimos que por el contrario; creemos que una autentica bilateralidad empieza con el respeto de los interlocutores; con el planteamiento oportuno de las demandas y generando las acciones indispensables para favorecer los mejores resultados. Si los diputados aprueban un monto presupuestal para educación que sólo permite alcanzar un incremento salarial del 5%, la pregunta es ¿de dónde se va a sacar más? Esto no lo decimos en descargo de la autoridad, forma parte de la lógica más elemental y, eso lo podemos ver con toda claridad porque hemos visto de cerca la conformación del presupuesto para el sector. Además, una bilateralidad que fortalezca mejores resultados en lo salarial, tiene que sustentarse en estudios acuciosos sobre la manera como están impactando las políticas de contención salarial, inflacionarias en el costo de la vida de la población en general y de los trabajadores de la educación en particular.

De todos los resolutivos (10 en total) uno es el que más nos preocupa, el noveno. Lo reproducimos tal cual por sus implicaciones futuras. Dice “Para dar cumplimiento y concretar el conjunto de resolutivos y mandatos de este XXIII Consejo Nacional Extraordinario, se acuerda prorrogar la gestión de la actual dirigencia nacional del SNTE por un único período; encargándole a dicha dirigencia muy particularmente: i) la defensa de la educación pública y del Artículo Tercero Constitucional, ii) el impulso de una verdadera transformación del SEN, iii) el fortalecimiento democrático del sindicato, y iv) la defensa de la autonomía sindical.

Con este resolutivo el Consejo Nacional está usurpando las funciones del Congreso Nacional, única instancia con facultad para elegir dirigentes, por ello es que lo primero que hay que señalar de este noveno resolutivo es que carece de toda legalidad estatutaria. En la forma se esconde el verdadero contenido: prorroga de mandato es lo mismo que reelección. No hay otra explicación válida. Al respecto, se puede consultar el Estatuto vigente del SNTE en su artículo 44 en su segundo y tercer párrafo: “La Secretaría General Ejecutiva y los Secretarios Generales de los Comités Ejecutivos Seccionales sólo podrán ser electos para cargos de jerarquía superior” y el tercer párrafo señala que “Quien ocupe la Presidencia Nacional del CEN, no podrá ocupar el mismo cargo en el mismo comité”. El artículo 324 del Estatuto señala que “El presente Estatuto es la Ley Suprema del sindicato en su régimen interior, los miembros del sindicato y los órganos de gobierno sindical están obligados a observarlos.”

¿No se supone que cuando se eligió el actual CEN y su Consejo Nacional, todos protestaron cumplir y hacer cumplir el Estatuto del SNTE? En consecuencia, la Presidencia Nacional, el Secretario Nacional Ejecutivo y el resto del CEN, además del propio Consejo nacional, están violentando la norma estatutaria. Esto confirma la ausencia de una auténtica vida democrática del SNTE. A este resolutivo y al relativo a la ratificación de la reforma del ISSSTE, el MDNS manifestó su oposición, concientes de que ello no significaba detener el acuerdo, pero sí actuar en consecuencia con el espíritu democrático que nos caracteriza. El tiempo se encargará de colocar a cada quien frente a su responsabilidad histórica y frente a los trabajadores de la educación del país.

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